Proyecto en Mozambique mejora la vida y reduce la vulnerabilidad de la población de Nkuzi

Mozambique, 16 de junio de 2023. / El proyecto "Reducir la inseguridad alimentaria de la comunidad de Nkuzi de Massingir en eventos climáticos extremos", desarrollado por el Área de Cooperación Internacional para el Desarrollo y los Derechos Humanos de CIC Batá, ha logrado resultados significativos en la mejora de la seguridad alimentaria y la resiliencia de la comunidad frente a los efectos del cambio climático.

Gracias a la implementación de diversas estrategias, se ha aumentado la capacidad de producción y conservación de alimentos, se han fortalecido las capacidades de gestión de riesgos y desastres, se ha promovido la prevención de la COVID-19 y se ha trabajado para fomentar la equidad de género en la comunidad. Estas acciones han contribuido a mejorar la calidad de vida de la población de Nkuzi y a reducir su vulnerabilidad en eventos climáticos extremos.

El proyecto, que se ha llevado a cabo desde diciembre de 2021 hasta enero de 2023, ha contado con financiamiento del Ayuntamiento de Córdoba, la Diputación de Córdoba y el Ayuntamiento de Málaga. Además, se ha ejecutado en colaboración con la Asociación Comunitaria para la Salud y el Desarrollo (ACOSADE), un socio local comprometido con el desarrollo sostenible de las comunidades.

El Distrito de Massingir, ubicado en la provincia de Gaza, al sur de Mozambique, se enfrenta a la sequía y las inundaciones como fenómenos naturales extremos más recurrentes, lo que lo convierte en uno de los distritos más vulnerables al cambio climático en la región. Esta situación ha llevado a la población a una grave situación de inseguridad alimentaria.

El objetivo principal del proyecto ha sido reducir la vulnerabilidad de la comunidad rural de Nkuzi a través de tres líneas de acción. En primer lugar, se buscó aumentar la capacidad de producción y conservación de alimentos, adaptándolos a los efectos del cambio climático. Esto se logró mediante la promoción de un modelo de producción agroecológico y el uso de prácticas sostenibles, como el uso de biopesticidas y fertilizantes orgánicos, así como la promoción de cultivos tolerantes a la sequía.

 

El proyecto también se ha enfocado en mejorar el aprovechamiento de los recursos naturales, generando capacidades en la comunidad. Para ello se ha contratado a un técnico agropecuario para brindar asistencia técnica permanente a las dos asociaciones involucradas, tanto en los campos de demostración de resultados como en los campos individuales de producción. Además, se adquirieron y distribuyeron herramientas agrícolas y diversas semillas, lo que impulsó la producción agrícola en la región. La colaboración con el Servicio Distrital de Actividades Económicas (SDAE) permitió obtener dos motobombas, fortaleciendo aún más las capacidades de riego de las asociaciones.

Otra línea de acción importante se ha centrado en la capacitación en técnicas de conservación y procesamiento de alimentos, así como la construcción de graneros mejorados para la conservación de cereales. También se ha promovido el plantío de árboles frutales mediante la adquisición y distribución de naranjos, mandarinos y mangos. Estas acciones han contribuido a diversificar y aumentar la producción agrícola, alcanzando un total de 38,5 toneladas de productos diversos.

Además de mejorar la producción de alimentos, el proyecto también ha tenido como objetivo sensibilizar a la comunidad sobre la importancia de contar con un comité de gestión de riesgos y desastres naturales para garantizar la resiliencia frente a eventos climáticos adversos. En este sentido, se ha capacitado a un comité de gestión de riesgos y desastres naturales, cuya formación estuvo a cargo de un técnico del Servicio Distrital de Planificación e Infraestructuras (SDPI). Este comité se presentó a los órganos del gobierno distritales, aunque su legalización definitiva está pendiente de trámites burocráticos. El comité ha llevado a cabo diversas acciones de sensibilización para fortalecer la preparación de la comunidad ante futuros eventos adversos.

Además de estos logros, el proyecto también ha abordado la prevención de la COVID-19, brindando charlas y capacitaciones sobre buenas prácticas higiénicas y el uso de mascarillas. Se han distribuido mascarillas, baldes, jabón y otros materiales para promover una higiene adecuada entre las familias.

En términos de equidad de género, se han realizado formaciones y encuentros de reflexión para abordar las desigualdades existentes entre hombres y mujeres. Se han llevado a cabo charlas de sensibilización sobre uniones forzosas y embarazos precoces, con el objetivo de desincentivar estas prácticas en las comunidades. Así mismo, se ha creado un comité de género llamado asociación Kurhula (Paz) , cuyo objetivo es promover la equidad de género en la comunidad. Este comité ha realizado diversas acciones de sensibilización, priorizando las visitas domiciliarias como primer paso para concienciar a las familias sobre los derechos de las mujeres y las niñas.

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