Lecciones y aprendizajes desde Latinoamérica sobre la soberanía alimentaria

La soberanía alimentaria es el derecho a alimentos sanos y culturalmente adecuados, desde una producción sostenible

La soberanía alimentaria se presenta hoy como una de las respuestas más potentes  a las actuales crisis alimentaria, de pobreza y climática

La Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Córdoba ha sido el escenario elegido para presentar la investigación “Soberanía alimentaria: lecciones desde la experiencia en Latinoamérica”. Este estudio ha sido elaborado por la Red de Investigación y Observatorio de la Solidaridad (RIOS) y el Centro de Iniciativas para la Cooperación Batá (CIC Batá), con el apoyo del Ayuntamiento de Córdoba y la Cátedra Tierra Ciudadana. La investigación se ha realizado desde el prisma de Ecuador, Paraguay y Bolivia, países donde la soberanía alimentaria se ha incorporado en sus respectivas Constituciones.  Todo en un contexto en donde las dependencias del mercado global, de las estrategias del agronegocio y de los grupos de las oligarquías terratenientes locales han provocado las respuestas de los movimientos sociales y campesinos, basadas en la reivindicación por la tierra y el control de los recursos naturales. Los cambios políticos vividos en los últimos años han permitido que estas  propuestas y presiones desde “abajo” conquisten un mayor espacio en las agendas políticas de los gobiernos de Bolivia, Ecuador y Paraguay, apostando por la soberanía alimentaria como  eje central de trabajo. Sin embargo, el proceso de cambio del modelo de producción tiene que enfrentarse con intereses políticos y sociales complejos que dificultan los avances hacia la recuperación de la soberanía alimentaria. Todos estos matices son abordados en la presente investigación, para extraer aprendizajes prácticos sobre qué tipos de acciones desarrollar para apoyar el fortalecimiento de la soberanía alimentaria, tanto en los contextos del Sur como en el Norte.

¿Qué es la soberanía alimentaria?
La soberanía alimentaria es el derecho de los pueblos a alimentos sanos y culturalmente adecuados, producidos mediante métodos sostenibles, así como su derecho a definir sus propios sistemas agrícolas y alimentarios. Desarrolla un modelo de producción campesina sostenible que favorece a las comunidades y su medio ambiente. Sitúa las aspiraciones, necesidades y formas de vida de aquellos que producen, distribuyen y consumen los alimentos en el centro de los sistemas alimentarios y de las políticas alimentarias, por delante de las demandas de mercados y empresas.
La soberanía alimentaria da prioridad a la producción y consumo local de alimentos. Proporciona a un país el derecho de proteger a sus productores locales de las importaciones baratas y controlar la producción. Garantiza que los derechos de uso y gestión de tierras, territorios, agua, semillas, ganado y biodiversidad estén en manos de quien produce alimentos y no del sector empresarial. Así, la implementación de una auténtica reforma agraria constituye una de las prioridades del movimiento campesino. La soberanía alimentaria se presenta hoy en día como una de las respuestas más potentes  a las actuales crisis alimentaria, de pobreza y climática.

No es de extrañar que en Andalucía, como en el resto de España, hayan surgido redes de consumo, hayan aflorado los huertos urbanos y ecológicos, incluso veamos huertos en los balcones de las casas. Algo está cambiando. El consumidor reacciona frente a los alimentos transgénicos, prefiere consumir verduras y frutas de temporada y si son de casa mejor.  Todo tiene que ver con la soberanía alimentaria. No es una cuestión de los países del Sur, también aquí queremos decidir qué comer, pensar en nuestro medio ambiente y en nuestra tierra. Es algo tan local, como global.

Las personas interesadas en la investigación y conclusiones pueden enviar un correo electrónico a fromero@cicbata.org