“Las migraciones son un fenómeno estructural del futuro, imparable mientras que sigan las desigualdades de toda índole"

Entrevista a Mbuyi Kabunda Badi

  • Profesor de Relaciones Internacionales y Estudios Africanos (GEA/UAM)
  • Profesor y miembro del Instituto Internacional de Derechos Humanos de Estrasburgo
  • Presidente de la Asociación Española de Africanistas (AEA)

 

¿Cuáles son las causas de las migraciones?
Las causas de las migraciones, que forman parte de los derechos humanos o a la libre circulación supervivencia, son estructurales y se explican fundamentalmente por las desigualdades Norte-Sur: económicas, demográficas y de situaciones democráticas. O como decía Keynes, si las riquezas no van allí donde están los hombres, son éstos que irán donde están concentradas las riquezas.

¿Y las consecuencias para los países de origen y los de acogida?
Son globalmente positivas para ambos grupos de países: para los países de origen las migraciones permiten el acceso a las remesas financieras (y sociales y culturales), que constituyen la principal fuente de divisas de muchos países africanos, más que la ayuda externa (Senegal, Malí, Cabo Verde, Níger, etc) y contribuyen a la promoción de los aspectos de desarrollo humano (hay relación entre desarrollo y migración, y viceversa). El lado negativo consiste en la fuga de cerebros y de brazos, que necesitan estos países para su desarrollo. Para los países del Norte le permite hacer frente al déficit demográfico (envejecimiento de la población activa), disponer de la abundante mano de obra barata y mantener el sistema de seguridad social, además del mestizaje cultural.

¿Dónde quedan los derechos humanos en las políticas migratorias?
Estos son sistemáticamente  violados en todas las etapas (origen, tránsito, destino): los países de emisión suelen  violar el derecho al desarrollo y a la vida de los ciudadanos junto a la proliferación de los conflictos armados. En los países de tránsito les extorsionan y explotan con tratos infrahumanas (caso de esclavitud en Libia) o las redes mafiosas de traficantes de seres humanos. En los países de acogida, se les imponen más deberes que derechos, además de poner trabas en la regularización de los irregulares (o la agrupación familiar y el permiso de trabajo para los ya regularizados), condenando a la mayoría a la clandestinidad y exclusión, sin derechos. Un verdadero calvario en todas las etapas.

Cuando en una conversión escuchas barbaridades sobre los fenómenos migratorios sin conocimiento de causa, ¿cómo respondes? ¿qué te funciona?
Hay cinco mitos vehiculados por los partidos de extrema derecha y populistas, que es preciso deconstruir o desmontar:
    1. Hay una invasión (avalancha): las migraciones son más internas que externas, más interafricanas que extrafricanas;
    2. Los migrantes quitan los puestos de trabajo a los nativos: los inmigrantes se ocupan de los trabajos duros (o sucios), desdeñados por los nativos por razones  de estatus social;
    3. Los inmigrantes son pobres y sin estudios: son los más afortunados o acomodados los que emigran (con acceso a redes internacionales y de información) cada vez integrados por personas con estudios o titulados;
    4. Los inmigrantes proceden de países pobres: los importantes  países emisores son los con ingresos medios y en plena transición económica y demográfica (China, India, México, Pakistán, etc);
    5. Los inmigrantes abusan y colapsan los servicios públicos y constituyen una carga para las arcas públicas: son los inmigrantes comunitarios los que más utilizan los servicios públicos (educación y sanidad), mientras que los extracomunitarios los utilizan muy poco o en casos de extrema necesidad, y contribuyen al desarrollo de los países de acogida con sus impuestos y cotizaciones.
En definitiva, el discurso político con fines electorales, que preconiza el cierre de las fronteras, contrasta con la realidad económica que necesita las migraciones, en particular por permitir hacer frente al déficit demográfico o al envejecimiento de la población activa.

¿Algún consejo comunicativo para colectivos migrantes y no migrantes que en sus tareas de difusión y sensibilización quieran contribuir a un relato social que promueva la convivencia social?

Es preciso dejar de diabolizar a las migraciones, que son factores de desarrollo y de mestizaje cultural e interculturalidad,  por las razones siguientes:
-Forman parte de la historia de la humanidad y han contribuido a la evolución de la especie por  los intercambios y contactos fructíferos y contactos transformadores que han contribuido a la evolución de la especie humana;
-Obedecen a la naturaleza del ser humano que es el nomadismo, o la libre circulación, y no el sedentarismo (el ser humano es más propenso al nomadismo que al sedentarismo).
-Las migraciones además de Sur-Norte son  cada vez Sur-Sur, e incluso  Norte-Sur, desde que estalló la crisis económica y financiera o por los ocios de la población de la tercera edad de los países del norte.
Lo contrario a lo que antecede sería contra-natura. Se está castigando a los nómadas a favor de los sedentarios.
Se suele decir que “la solidaridad es la ternura de los pueblos”. Es preciso añadir que la solidaridad es uno de los primeros derechos humanos en la sociedad. Los inmigrantes huyen de la persecución, del hambre y de la miseria. Es incomprensible la libre circulación de las mercancías y de los capitales, y no de las personas.
El mundo de la globalización camina hacia el mestizaje y la movilidad. Es un no sentido que se permita la libre circulación de las mercancías y de los capitales, y no de las personas. Hay que permitir la libre circulación de los inmigrantes para dedicarse a sus actividades de codesarrollo,  de supervivencia y de lucha contra pobreza (migraciones circulares o la rentabilidad de las migraciones), problemas que no han podido resolver ni las políticas nacionales de desarrollo ni la ayuda al desarrollo de la comunidad internacional. Es preciso la definición de  una  política internacional de las migraciones, que constituyen un bien común, mediante la colaboración entre los países de emisión, de tránsito y de destino.
La palabra clave: Las migraciones son un fenómeno estructural del futuro, imparable mientras que sigan las desigualdades de toda índole.

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