Córdoba, 5 de agosto de 2024. / Un total de 177 agricultores de las asociaciones Telmina Pereira y Bobole 1B en Mozambique han recibido semillas para su segunda campaña agrícola, gracias al proyecto de ayuda de emergencia impulsado por CIC Batá con el apoyo del Ayuntamiento de Córdoba. La iniciativa ha beneficiado a 121 mujeres y 56 hombres de la Unión de Cooperativas Agrícolas de Marracuene (UCAM), proporcionando recursos cruciales para recuperar la producción agrícola tras los devastadores efectos de la tormenta tropical Filipo.
La entrega de semillas se realizó en la sede de la UCAM el pasado viernes 2 de agosto, con la presencia de representantes de las asociaciones, técnicos del Servicio Distrital de Actividades Económicas (SDAE) y miembros de UNAC. El contexto de esta intervención revela una situación alimentaria crítica en Mozambique, donde el 24% de los hogares sufren inseguridad alimentaria crónica y un 3,5% enfrenta una situación aguda.
Los beneficiarios expresaron su satisfacción al ver la posibilidad de recuperar su producción agrícola, mejorar su dieta alimentaria y generar ingresos mediante la comercialización de excedentes. Esta iniciativa responde a la necesidad urgente de semillas identificada por la Dirección Provincial de Agricultura y Pesca, que estimó una demanda total de 595,3 toneladas para la recuperación agrícola.
La tormenta tropical Filipo, que azotó el país a mediados de marzo de 2024, exacerbó la vulnerabilidad de las comunidades rurales. En el distrito de Marracuene, el impacto fue especialmente severo: 13.944,60 hectáreas agrícolas fueron afectadas, con 7.201 familias directamente perjudicadas. De las 29.572,50 hectáreas destruidas en todo el país, se perdieron completamente 4.599,80 hectáreas en este distrito.
La estrategia de distribución de semillas se diseñó priorizando a las familias sin recursos para adquirirlas por cuenta propia. El proyecto se centra en la segunda campaña agrícola, que se desarrollará en zonas de regadío cercanas al río Incomati. A pesar de encontrarse en la época seca, los agricultores podrán cultivar principalmente hortalizas, frijoles y tubérculos gracias al acceso a canales de riego.
La intervención de CIC Batá se enmarca en un esfuerzo más amplio por combatir la inseguridad alimentaria en una región donde la agricultura representa casi el 70% de los ingresos de las comunidades rurales. Esta iniciativa destaca la importancia de la cooperación internacional para enfrentar desafíos humanitarios en comunidades vulnerables, ofreciendo no solo recursos materiales, sino también esperanza y posibilidades de desarrollo sostenible.